En el año 2003 se ap
robaba el Plan General de Ordenación, al que la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (dependiente del Gobierno de Canarias) había dejado 11 grandes áreas calificadas como “en suspensión”, es decir, que suspendía el planeamiento propuesto por el Ayuntamiento en esas zonas, lo que ponía en evidencia el fracaso del documento que se había presentado para su aprobación.
Además, posteriormente, la aplicación del Plan General (en las zonas que no habían sido suspendidas) ha sido un auténtico calvario para los técnicos municipales, debido a la enorme cantidad de pequeños errores que se han tenido que ir resolviendo sobre la marcha, para poder dar encaje legal a las iniciativas urbanísticas que se trataban de poner en marcha por parte de empresas o ciudadanos. Todos los grupos políticos hemos podido observar cómo ese Plan General estaba lleno de errores, muchos de los cuales advertimos desde IpO en el documento de alegaciones que presentamos al Plan.
Ahora el Plan está en proceso de revisión, y el Ayuntamiento ha firmado un convenio con Gesplan (empresa pública del Gobierno de Canarias) para que realice la adjudicación, a un despacho de arquitectos, de la revisión del Plan. Por ahora se ha procedido a la adjudicación de la fase de Avance del Plan (sin que tengamos conocimiento de cómo se ha realizado esa adjudicación, al realizarla directamente Gesplan). Y, ahora viene lo más asombroso del asunto, se le ha vuelto a adjudicar a la misma empresa que desarrolló el Plan General, el mismo al que le dejaron once áreas en suspenso y al que se le han detectado innumerables errores.
La empresa es OA3 y, en el momento de realizar el Plan General estaba compuesta por dos arquitectos, Argeo Semán (hoy Presidente del Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife) y Jesús Romero Espeja (hoy Director General de Urbanismo del Gobierno de Canarias). A esta empresa también se le adjudicó el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico, más conocido como Plan del Casco.
Jesús Romero Espeja (destacado militante de ATI-CC) dejó de pertenecer a la empresa después de su nombramiento como Director General, pero ello no ha sido impedimento para que, a su antigua empresa –y a la que suponemos que volverá, una vez cese en su cargo político- se le adjudique, de nuevo, la revisión del Plan General de Ordenación de La Orotava, el mismo que ellos redactaron, hace unos años, y que está plagado de errores y suspensiones.
Todo un ejemplo de cómo funciona la democracia por estos lares.